Siete fragmentos

-Seis eran pocos y ocho es un caos-

Marta se cayó a un pozo

Este relato surge de un encuentro con mi club de escritura de Granada después de muchos meses sin vernos. Decidimos volver a organizar quedadas (por videoconferencia) y compartir de nuevo lo que escribíamos, para escuchar lo que escribía el resto y, a la vez, para motivarnos a escribir más. A mi pesar, propusieron escribir sobre el confinamiento. Era algo de lo que no tenía ningunas ganas de escribir. Así que busqué una pequeña treta para no hacerlo.

Érase una vez

Este texto no tiene mucha historia detrás, así que voy a cortarme con la introducción, que las anteriores eran casi más largas que el texto en sí.

Me encantan las fábulas, los cuentos y toda la simbología que se ha creado con ellos. Adoro la simbología en sí. Elementos que han cobrado significado por su aparición en historias y relatos, les dan una vida que va más allá de lo que pueden representar en sí. Muchos de esa simbología está muy integrada en nuestra cultura, por lo a la mayoría de la gente le suelen evocar sensaciones similares, y eso da mucho potencial a la hora de crear. Usando esos elementos bastante universales (siempre dentro de la misma cultura en la que fueron concebidos) puedes predecir bastante bien que tipo de sentimientos puedes despertar en las personas que vayan a consumir lo que creas.

Son multitud, soy multitud

Hace nada encontré un grupo de gente que se reúne cada mes para poner en común cosas que han estado escribiendo. En cada reunión dan un concepto sobre el que se puede escribir durante el mes, y quien quiera puede compartirlo en la siguiente reunión. Aparte, también se puede compartir otra composición de tema libre. Esto yo lo conocía como micrófono abierto, y es una de las cosas que más he echado de menos desde que me mudé. Y me alegro un montón de poder volver a formar parte de uno. Nunca había llegado a participar activamente, pero siempre que podía iba a escuchar.

Sin mirar atrás

Este relato en verdad no tiene mucha historia detrás. Lo hice para el curso de escritura allá por 2018. Pero no había ninguna premisa especial, que yo recuerde. Aunque sí que tenía un par de cosas en mente mientras lo hacía.

Plumas de colores

Ya he mencionado antes que no he practicado mucho la poesía. Me gusta bastante leerla, aunque no de forma habitual. Normalmente lo que disfruto más cuando leo un texto son las historias que cuentan, los mundos que presentan, las personas que aparecen en ellos y que evolucionan y experimentan esas maravillas. Y por lo general la poesía no suele trabajar ese tipo de cosas. Suele ser breve, directa. No da mucho tiempo a presentar lugares desconocidos, ni a dar mucho recorrido a los personajes. De ahí la escasa relación que he tenido con ella en el pasado. Eso cambió con el primer club de escritura al que asistí y algún micrófono abierto en el que estuve de oyente.

La luz al final del tunel

*Este fue el primer relato que hice en el primer curso de escritura que asistí, creo recordar que a principios de 2017. También sería uno de los pocos de estilo ciencia ficción que haré hasta el momento. Al igual que el primer relato que puse, también nace de un ejercicio del curso. En este ejercicio en particular se nos pedía escribir un texto con narrador omnisciente, y también se nos daban algunas pautas aleatorias. Cada integrante del grupo tuvo que escribir elementos que pudieran encajar en el Qué, Quién, Cuándo y Dónde de la historia.

Requiem de un alma en pena

He elegido este relato para inaugurar el blog por un par de razones. La primera, porque muestra más o menos cuál es el estilo general de mis textos. Y la segunda, porque tiene ya bastante tiempo (creo que lo escribí a mediados del 2017), y así puedo no sacar directamente lo “mejor” que tengo, y me da margen para subir un pelin el nivel en el futuro. Leyendo de nuevo este relato me doy cuenta de cuantas cosas hay por mejorar y de todo lo que seguramente hoy en día haría de forma diferente, en muchos aspectos. Pero eso también me da la satisfacción de ver todo lo que he evolucionado en este tiempo, tanto a nivel personal como en la escritura.

Si esto tiene que comenzar por algún sitio, bien podría empezar por aquí.

No me gustan ni las presentaciones ni las despedidas, así que esto va a ser lo más breve posible. No escribo maravillosamente ni lo pretendo especialmente. Este blog nace como una herramienta que me obligue un poco a escribir más, para motivarme y para que pueda recibir críticas y así poder mejorar. Mi estilo de escritura no es precisamente brillante, ni tampoco novedoso o técnicamente depurado. Y aunque me gustaría mejorar no es el principal objetivo de este blog. Lo que quiero es llegar a personas a las que pudiera gustar mi modo de escribir y así tener un incentivo más para escribir: que alguien más lo disfrute.